
El Estatuto del Personal Investigador en Formación (EPIF), que afecta a cualquier persona con un contrato predoctoral, supuso una mejora sobresaliente en las condiciones laborales predoctorales, y además, igualó en una base de mínimos los contratos independientemente de que sus fondos proviniesen de administraciones públicas o privadas. En una publicación anterior, que podéis ver aquí, resumimos que fue el resultado de sendas negociaciones, en las cuales, desafortunadamente, quedaron ciertos logros en el tintero.

